domingo, 6 de marzo de 2011

Conclusión CÓMICA (a vueltas con la tilde diacrítica del COMO / CÓMO)

Hace poco más dos semanas os planteé la encuestita del post sobre la famosa tilde diacrítica del adverbio en como, un poco por la curiosidad de ver qué se os pasaba por la cabeza.

Efectivamente, como me hicieron ver los colegas traductores, tampoco es que yo me hubiera lucido con la traducción de dichas frasecitas. He de decir que tenía una colección bastante larga  de comos irresolubles (si tenéis curiosidad por saber qué novela es, no os preocupéis, dentro de pocos meses os lo contaré) y que no todas las frases en las que aparecían eran de lo más acertado... Es cierto que el HOW inglés, tan utilizado, arrastra al traductor al terreno de ese COMO ambiguo y traicionero.

Pero no soy yo de las que no reconocen sus errores, así que en cuanto me di cuenta, reformulé siempre que se pudo (la novela tiene un tamaño considerable y hay cosillas metidas con calzador). Puede que os preguntéis cómo (ahora sí, no podría ser más interrogativo) quedaron las cuatro frasecitas del experimento. Aquí las tenéis:

1) En el primer caso, 13 votaron con tilde y 7 sin tilde. Yo opté por reformularla. En general, procuré hacer esto mismo con casi todas las apariciones estelares del como/cómo con verbos de percepción visual, que creo que son los que más raros quedan: 
Seguí la trayectoria de la gaviota por el cielo y la vi aterrizar en el puerto.

2) En segundo lugar teníamos esta que obtuvo 13 con tilde y 4 sin tilde. Aquí a casi todo el mundo le pedía el cuerpo una tilde, pero finalmente llegué a la conclusión de que lo adecuado era utilizar un que relativo e incidir sobre el hecho de que fuera a acudir (evidentemente, si lo relataba, era porque contaba *cómo* lo hacía):
La heroica canción de la soprano relataba que iba a acudir al palacio del soberano para embaucarlo.

3) En este caso, hubo 14 tildes y 5 que se resistían a ponerla. De nuevo, como hice en el primer caso, opte por  defenestrar a nuestro amigo el como y reformular:
Al verle extraer los caracoles de sus caparazones con unas tenacillas en miniatura y un tenedor, me alegré de haber pedido foie gras.

4) Finalmente, este fue el caso que creó más confusión, 10 con contra 9 sin, cuando curiosamente, como veréis en la respuesta de la RAE más abajo, es uno de los dos casos en los que el cómo suele hacerse tónico... A pesar de ello, adoptando una de las sugerencias que me hicieron, yo hubiera puesto lo siguiente (aunque no pude, por los problemas de espacio antes mencionados):
Se embarcó en una perorata sobre aquel plato típico marsellés y sobre la circunstancia de que absolutamente nadie se ponía de acuerdo sobre su preparación.

Y como lo prometido es deuda, a continuación os transcribo la razonadísima respuesta del servicio del español urgente de la Real Academia (a veces tardan en contestar, pero cuando lo hacen, es una maravilla). Como veréis, la norma ha cambiado en la última reforma de la ortografía, esta vez a mejor, puesto que el uso tónico del cómo se corresponde una buena tilde bien puesta: 

La conjunción como se emplea con un valor equivalente a que para introducir subordinadas que funcionan como complemento de verbos de percepción (ver, mirar, oír, observar, comprobar, etc.) o que denotan exposición o relato (contar, explicar, señalar, etc.). En este uso, la conjunción como es átona y se escribe sin tilde:

Ya verás como llega tarde a la fiesta.
Le contó como no pensaba ir aunque se lo pidiesen.

Estos mismos verbos se construyen a menudo con subordinadas interrogativas indirectas con sentido modal introducidas por el interrogativo tónico cómo que equivale a de qué manera:

Mira cómo va vestido Andrés.
Cuéntame cómo lo has conseguido.

Dado que en muchas ocasiones la percepción o exposición de un hecho es indisociable de la del modo en que este se produce, la conjunción átona como viene a confluir a menudo, en oraciones dependientes de estos verbos, con el adverbio interrogativo tónico cómo. En esos casos en que el elemento introductor de la subordinada puede interpretarse de ambas formas y articularse como voz átona o tónica, hasta ahora se venía recomendando que con independencia de su tonicidad, la palabra como se escribiese siempre sin tilde según se observa en los ejemplos siguientes:

En ese momento vio como desaparecía su imagen de la pantalla.
Oíamos temerosos como el viento golpeaba los cristales.
Le contó como un amigo de su padre le había buscado un empleo en su empresa.

Sin embargo, a partir de la reciente publicación de la Ortografía de la lengua española de la RAE (2011) también es admisible la escritura con tilde que refleja su pronunciación como palabras tónicas. De hecho esta es la escritura mayoritaria hoy en este tipo de usos:

En ese momento vio cómo desaparecía su imagen de la pantalla.
Oíamos temerosos cómo el viento golpeaba los cristales.
Le contó cómo un amigo de su padre le había buscado un empleo en su empresa.

De acuerdo con lo que acabamos de exponer, la escritura más recomendable de los enunciados que nos plantea es la siguiente:

a) En los siguientes enunciados es indistinta la escritura con tilde o sin tilde:
1) Seguí la trayectoria de la gaviota por el cielo y contemplé como/cómo aterrizaba en el puerto.

5) Contemplé como/cómo ambas doblaban un recodo del camino.

7) La heroica canción de la soprano que relataba como/cómo iba a acudir al palacio del soberano para embaucarlo sonó más como un gimoteo lastimero.

b) En los enunciados que reproducimos a continuación, la pronunciación tónica es hoy mayoritaria, por lo que es más recomendable la escritura con tilde (en los casos 6, 9 y 10, la interpretación modal, equivalente a 'de qué manera', es la más natural e inmediata).
2) ...Afirmó él antes de embarcarse en una perorata sobre aquel plato típico marsellés y sobre cómo absolutamente nadie se ponía de acuerdo sobre su preparación.

3) Me asombró ver cómo cambiaba por la noche el ambiente de la ciudad.

4) Mi madre sentó a mi tío en una silla junto a la puerta para que pudiera contemplar cómo íbamos y veníamos.

6) Al ver cómo extraía los caracoles de sus caparazones con unas tenacillas en miniatura y un tenedor, me alegré de haber pedido foie gras.

8) Me senté frente al espejo y contemplé cómo me temblaba la mano.

9) Le conté cómo había acabado trabajando en el teatro.

10) Me emocionaba comprobar cómo mejoraba mi actuación en cada representación.

Pues hala, espero que os haya sido de interés, y que os aclare alguna que otra duda. Además, os dejo los ejemplos que envié a la RAE, aunque algunos de ellos los reformulé posteriormente para eliminar. ¡Gracias por vuestra participación!