lunes, 18 de mayo de 2009

The Bridge Project II


Esperé a que llegara el segundo martes con impaciencia, porque tocaba Shakespeare con Cuento de invierno, que sabía que no me decepcionaría... Y no lo hizo, la verdad. Sigo pensando que los actores anglosajones comprenden mejor la ironía socarrona de Shakespeare y la hacen suya con más facilidad. En una de esas comedias shakespearianas muy al estilo Lope de Vega, en las que todo queda atado y bien atado al final (casi todo el mundo sabe que en los dramas shakespearianos se muere hasta el apuntador, pero no muchos saben que en sus comedias, todos acaban casaísimos y felicísimos).

Como os digo, el resultado fue maravilloso: la puesta en escena era sencilla, pero muy pensada y efectiva y los actores brillaron en su máximo esplendor. La idea del montaje era simple como el reparto de actores estaba desigualmente distribuido entre americanos y británicos y la obra de Shakespeare se divide en dos actos y dos lugares ficticios llamados Sicilia y Bohemia, Mendes opta por convertir la corte siciliana en una austera corte británica y el país de Bohemia en algo parecido al Lejano Oeste americano... Así contado parece una locura, pero es la magia del texto de Shakespeare y la genialidad de los actores que lo interpretan lo que hace que funcione.

Con respecto a los actores, tengo que decir que por suerte, Rebecca Hall logró convencerme mucho más con este papel suyo de reina Hermione, abatida por los celos de su rey. Consiguió imprimirle una fuerza de la que Varia, su personaje en El jardín de los cerezos carecía. Simon Russell Beale hacía de Leontes, su celoso marido, en un despliegue de locura al más puro estilo Otelo. Pero el que nos dejó a todos con la boca abierta fue Ethan Hawke, que sacaba a la luz su faceta más cómica con el personaje de Autólico, un truhán bohemio que se dedicaba a estafar a todo el mundo: cantó, tocó la guitarra y bailó y nos hizo reír a carcajadas...

En fin, que fue todo un gustazo asistir a ambas representaciones, que nos dejaron con ganas de más... Vamos, si en ese momento nos llegan a decir que nos ponen una obra diferente cada semana del año, ¡yo creo que habríamos firmado allí mismo para ir a verlas todas!


[Fotos: 1) Portada del programa de The Bridge Project, 2) Rebecca Hall interpretando a Hermione, la reina de Sicilia, 3) Un magnífico Ethan Hawke en pleno despliegue de sus habilidades artísticas, cantando con ese vozarrón que tiene, 4) Tobias Segal, el pastor e Ethan Hawke el truhán Autólico.]


4 comentarios:

  1. ¡Cuantos posts! This blog is alive! Alive!!!

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  2. ¡Sí! ¡Hasta parece que respira y todo! :D

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  3. ¡Jo qué cantidad de dedicatorias! ¡Y todas sobre cosas que me encantan! ¡Gracias Julia!
    Voy a intentar no ponerme tan «estupenda» esta vez, que Mr. Darcy se me sube a la neurona, jajaja.

    «The Bridge Project» ha sido una gozada, pero no es para menos con el director y el reparto que tienen. Sin entrar en todos los detalles, yo también creo que le han sacado más partido a Shakespeare que a Chéjov, aunque a mí sí me gustó Rebecca Hall como Varia. De hecho me ha impresionado la preciosa voz que tiene, aunque no tanto como la de Ethan Hawke (es lo que tiene el directo, ¡declaman tan bien! ¡Y no sabía que Hawke era tan buen actor cómico!).

    Y curiosamente me ha encantado la extraña pareja (tan diferentes en edad, en altura, en peso... jajaja) que hace ella con Simon Russell Beale: en la escena sutilísima y contenidísima de la no-proposición de matrimonio en Chéjov estaban geniales los dos. Qué pedazo de actor es él.

    Pero cuanto más lo pienso, más me parece que el toque maestro son los finales (aunque obviamente, los finales no serían nada si el resto de la obra no fuera alucinante). ¡Vaya dos escenas finales! Me pregunto si Mendes habrá elegido los textos por eso, porque tienen ese cierre poético, o si será él quien les da ese toque con la dirección. Supongo que una mezcla de las dos cosas.

    Ya la escena final de «El jardín de los cerezos» me encantó, pero la del «Cuento de Invierno» es sin lugar a dudas lo más sublime que he visto nunca en teatro… Tiene una atmósfera mágica, tensa, misteriosa, exquisita... Hace que Rebecca Hall parezca un espíritu etéreo, el ser más precioso que has visto nunca. Y esa mirada final entre ella y Simon Russell Beale… A lo mejor esa mirada sola explica que me haya gustado tanto la pareja.

    El teatro se caía cuando se cerró el telón, la gente no paraba de aplaudir y aplaudir, y varias personas que fueron a verla en días distintos me han contado exactamente lo mismo, que nunca habían visto aplaudir tanto en el teatro. No es fácil ver algo así…

    De lo demás ya has dicho mucho tú, Julia, así que aquí lo dejo, pero esa escena la tenía que comentar... ;)

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  4. Que sepas que me das una envidia horrible, has visto a Hawke sobre las tablas. Que suerte tienes.

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